LA ESTRUCTURA LÓGICA DE LA TEORÍA GENERAL DE KEYNES
Carlo Benetti*
* Universidad París X - Nanterre El autor agradece a Jean Cartelier, Ghislain Deleplace, Michel De Vroey y Amaine Rebeyrol por sus valiosos comentarios. Este ensayo se publicó originalmente en Cahiers d' économie politique 30-31. Traducción de José Félix Cataño con autorización del autor y de los editores.
Resumen
El objetivo de este artículo es la construcción de la teoría de Keynes, concebida como una estructura compuesta por tres modelos generales y de base que se deducen unos de otros. Se muestra que la ley de Say, a la que se opone Keynes, se puede formalizar por medio de un modelo "recursivo por la oferta". La crítica de Keynes conduce a un modelo diferente: "uno no walrasiano y de interdependencia general" que no admite la critica del ajuste al equilibrio de pleno empleo. Es un modelo de referencia a partir del cual, en una tercera etapa, se obtiene el modelo keynesiano propiamente dicho, que admite al menos un equilibrio con desempleo involuntario en condiciones de flexibilidad de salarios y de precios. Este estudio muestra tanto la coherencia de la construcción de la teoría de Keynes como los limites de su "herejía" teórica.
Abstract
In this paper we study the construetion of Keynes' theory, conceived as a structure composed by three general and basic models, which are deduced ones from the others. We show that Say's law as criticized by Keynes can be formalized by means of a "recursive supply" modelo Keynes' criticism leads to a different model, a "non -wal rasian and general interdepedence" one, which does not allow to criticize the adjustement to a full employment equilibrium. lt is used by Keynes as a basic model from which, in a third stage, he obtains the keynesian model, defined as the model which admits at Ieast one involuntary unemployment equilibrium with flexibility of wages and priees. We conclude that the construction of Keynes' theory is logically coherent and we show the limitations of his theoretical "heresy".
INTRODUCCIÓN
1. El objeto de este artículo es la construcción de la teoría de Keynes, considerada como una estructura compuesta por modelos diferentes, generales y de base, que se deducen unos de otros. Este método, que llamaremos 'lógico', es compatible con nuestro principal objetivo: la comprensión de una teoria tan singular como la "herejía" keynesiana [1934, 489]. Los resultados de los enfoques históricos, que tratan cuestiones de génesis y del método analítico no son satisfactorios. El amplio debate generado por la teoría de Keynes ha hecho creer que esta teoría ha alcanzado una formulación coherente y que se tiene bien identificado el alcance de las diferentes hipótesis utilizadas. Sin embargo, no está de más revisar de tal estructura analítica, ya que si encontramos alguna incoherencia podríamos mejorar el modelo, aun sin lograr grandes avances en comprensión.
El mismo Keynes aporta una justificación: "La economía es una ciencia que piensa en términos de modelos, y es el arte de escoger los modelos relevantes en el mundo contemporáneo" [1938, 296). La segunda parte de esta definición se refiere a la teoría dominante cuya crítica es el punto de partida obligado de todo enfoque que pretenda ser heterodoxo.
Para Keynes la debilidad de la teoría neoclásica no está en su consistencia lógica, sino en "la falta de claridad y de generalidad de sus premisas" [1936, p. XXl, traducción corregida].
El resto se deduce.
Al cambiar ciertas hipótesis del modelo neoclásico configuramos un modelo diferente pero que no permite la critica del ajuste al equilibrio de pleno empleo.Este último cumple el papel de modelo de referencia a partir del cual, en una tercera etapa, se consigue un modelo keynesiano propiamente dicho. Así que la comprensión de la teoría de Keynes requiere responder estas preguntas:
i) ¿Cuál es el modelo de referencia al que se opone?
ii) ¿Cuál es el modelo de referencia adoptado por Keynes?
iii) ¿Cuál es el modelo keynesiano, el deducido del modelo de referencia, que concluye en la posibilidad de equilibrios con desempleo in voluntario en una economía con precios y salarios flexibles?
Al menos en parte, estas son las mismas preguntas que formula Hícks en el artículo de 1937 y que resuelve con los tres modelos que exponemos en el Anexo 1.
2. La dificultad de hacer un estudio de la teoría keynesiana desde el punto de vista lógico -que es una de las mayores justificaciones- es que Keynes no presenta de forma explícita ni el modelo de referencia de la teoría a la que se opone, ni la teoría que propone. Sin embargo provee todos los elementos que se necesitan para deducirlos. El resultado muestra la consistencia del enfoque de Keynes y los límites de su "herejía" teórica.1
Con este método no examinamos los aspectos especificas de la teoría de Keynes -de sus contribuciones más importantes– sino que nos dedicamos al estudio lógico de la teoría en conjunto para definir un marco de referencia que permita realizar análisis particulares.
En suma, las principales etapas del método que seguimos comienza con la exposición y la crítica de la ley de Say y de los dos postulados fundamentales de la economía clásica' para avanzar en la búsqueda de los dos modelos de referencia, el neoclásico y el keynesiano. De aquí se puede deducir el modelo de referencia que Keynes asigna a la teoría dominante (el modelo de la ley de Sayo recursivo por la oferta) y el modelo de referencia que él adopta (el modelo no walrasiano de interdependencia general),espectivamente. Sobre esta base se de arrolla la teoría de la demanda global. Al contrario de cierta tradición, no se llega a un modelo recursivo por la demanda sino a modelos originales de interdependencia que admiten equilibrios con desempleo involuntario. Posteriormente presentamos la noción de equilibrio keynesiano. La respuesta a las tres preguntas planteadas en la sección anterior es la siguiente: que la teoría de Keynes se construye en oposición a un modelo recursivo por la oferta, y el resultado es un modelo no walrasiano de interdependencia general, a partir del cual se derivan los modelos keynesianos de determinación del equilibrio con desempleo involuntario. En la última sección sacamos algunas conclusiones generales. En los dos Anexos presentamos una discusión de la interpretación de Hicks y de algunas afirmaciones usuales que consideramos inexactas.
Como se podrá notar, nuestro objeto no es el pensamiento o "la economía de Keynes" propiamente dicha [Cartelier 1995] sino la parte que se expone en la Teoría General y que identificaremos, con un poco de abuso, como la teoría de Keynes,
LA REFERENCIA DE LA TEORÍA CLÁSICA: MODELO RECURSIVO POR LA OFERTA O LEY DE SAY
3. Keynes no presenta de manera explicita la teoría neoclásica, aunque la identifica claramente de acuerdo a us características principales pues él mismo afirmó "según mi leal saber y entender" [1936, 18]. Se trata de la teoría que cumple la ley de Say, y que reposa sobre dos postulados fundamentales acerca del mercado de trabajo. Como lo veremos se trata de las dos caras de la misma moneda ya que cada propiedad implica la otra.
En los siguientes pasajes Keynes presenta su interpretación de la ley de Say:
Que la oferta crea su propia demanda en el sentido de que el precio de la demanda global es igual al precio de la oferta global para cualquier nivel de producción y de ocupación [1936, 31], Y en la teoría clásica, de acuerdo con la cual [la demanda global es igual a la oferta global] para todos los valores de N, la cantidad de ocupación está en equilibrio neutral en todos los casos en que sea inferior al máximo, de manera que puede esperarse que la fuerza de la competencia entre los empresarios lo eleve hasta dicho valor máximo. Sólo en este punto, según la teoría clásica, puede existir equilibrio estable [1936,37].
El punto central es que la idea de que "la oferta crea su propia demanda" no tiene sentido en el modelo macroeconómico con mercados interdependientes, donde la oferta crea la demanda, y la demanda crea la oferta. Esa propiedad sólo se verifica en un modelo macro económico donde la oferta global pueda determinarse de manera independiente y previa a la demanda global. El equilibrio general se obtiene por medio de la adaptación de esta última a la oferta global predeterminada. Para construir ese modelo se parte de un modelo macroeconómico de interdependencia, se sustraen las ecuaciones de la oferta global de la interdependencia general, y la oferta y la demanda de trabajo deben depender únicamente del salario real. Las ecuaciones del mercado de trabajo y la función producción forman un subsistema que puede aislar del resto pues la solución es independiente de los otros parámetros y de las otras ecuaciones a las que ella se impone. Lo llamamos el "subsistema de la oferta global". Para resolver el sistema completo hay que ir por partes de manera secuencial. Primero, el sub ist ma de la oferta determina el salario real, el empleo y la oferta de equilibrio. En segundo lugar estos valores se introducen en el subsistema compuesto de las ecuaciones de la demanda global–el subsistema de la demanda– cuya única función es determinar las otras variables de manera que la demanda global sea igual a la oferta global predeterminada.
Llamaremos "recursivo por la oferta" al modelo de referencia de la teoría a la cual se opone Keynes. Este modelo es la formalización de la ley de Say en el entendido keynesiano.2
i) na característica importante del modelo de la ley de Say es que es un modelo general, una representación de la economía en conjunto cuyo resultado esencial se consigue por medio de un análisis de "equilibrio parcial" limitado al mercado de trabajo. La condición de este tipo d análisis no es el hecho de que las variables relativas a los otros mercados estén fijas sino el hecho de la recursividad por la oferta, en virtud de la cual estas variables se ajustan automáticamente a la solución parcial del subsistema de la oferta.
ii) El enunciado de que "la oferta crea su propia demanda cualquiera que sea el nivel de empleo" no es inteligible sino en el modelo recursivo por la oferta donde, contrariamente a los modelos de interdependencia, todo nivel de producción determinado por el subsistema de la oferta se impone al subsistema de la demanda. Así, la demanda global no puede ser diferente de la oferta global.
iii) En un modelo recursivo por la oferta la única causa del desempleo involuntario es la ausencia de ajuste del salario real.Es esa precisamente la teoría de Pigou que Keynes presenta y crítica en el Anexo del capítulo 19 de la Teoría General. "El profesor Pigou concluye que la desocupación se debe primordialmente a una política de salarios que no se ajusta lo bastante por sí misma a los cambios en la función de demanda real de mano de obra" [1936, 246].
iv) A menudo la ley de Say se identifica con el reflujo a las empresas de la integridad del ingreso que ellas ya han distribuido.
De ahí procede la crítica basada en la posesión de saldos en dinero, formulado por Marx y retomada por Keynes cuando este último afirma que "un acto de ahorro individual significa -por decirlo así- el propósito de no comer hoy, pero no supone la necesidad de tomar una decisión de comer o comprar un par de botas dentro de una semana o de un año o de consumir cualquier cosa concreta en fecha alguna determinada. [La situación sería diferente] si el ahorro consistiera no sólo en abstenerse de consumir en el presente, sino en situar simultáneamente una orden específica de consumo posterior" [1936,188].3 Este argumento es ambiguo. En cuanto a los flujos el enunciado "la oferta crea la demanda" no puede criticarse válidamente haciendo intervenir un acervo.
En segundo lugar, la condición de reflujo es demasiado general porque pertenece al concepto de equilibrio, cualquiera que sea el modelo usado, y sea recursivo por la oferta (la oferta de equilibrio crea su demanda) o ya sea de interdependencia (la oferta y la demanda de equilibrio se determinan simultáneamente). Si la recursividad por la oferta implica el reflujo en el sentido mencionado antes, la proposición inversa no es cierta: la ley de Say es la condición suficiente del reflujo, pero no es condición necesaria a la inversa: el reflujo es condición necesaria pero no suficiente de la ley de Say.
4. El resultad es exactamente el mismo que se obtiene si partimos de la teoría neoclásica del empleo. Keynes notaba que "la teoría fundamental [acerca de las fluctuaciones de empleo] en que descansa […] se ha creído tan sencilla y evidente que no habría caso para mencionarla". Ella descansa en dos postulados fundamentales: el salario es igual al producto marginal del trabajo, y la utilidad del salario, cuándo en un a d terminado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad marginal de ese mismo volwnen de ocupación [1936, 17].4
En un sistema de interdependencia donde ningún subconjunto de mercado e privilegia en detrimento de otros, estas dos condiciones no erían 'fundamentales' o no más importantes que las condiciones de las funciones de oferta y de demanda de las otras mercancías. Deducimos que la teoría a la que e opone Keynes no es la versión macroeconórnica de un esquema de interdependencia general.
La condiciones de las funciones de oferta y demanda de trabajo sólo son fundamentales en modelos donde estas dos funciones determinan la variable central del sistema. e trata ciertamente del nivel de empleo. ya vimos que este resultado sólo se consigue en un modelo recursivo por la ferta.
5. El modelo de la ley de Say e escribe como sigue:
las cuales determinan las cuatro incógnitas w/p, Ns Nd, e Y.